domingo, 6 de diciembre de 2009

CARQUIÑOLIS DE LIMÓN Y FRUTOS SECOS AL CARDAMOMO


Los carquiñoles son un postre típico de Cataluña. Son unas barritas de pan dulce y almendra muy tostados y que presentan multitud de variantes, según la zona y el capricho del que los hace.

Los que os presento aquí tienen algunas diferencias respecto a los tradicionales. No les he añadido levadura, ya que se consigue suficiente esponjosidad con las claras batidas a punto de nieve. Solo he utilizado claras y no huevos enteros, de esta forma son bastante más ligeros.
Aunque solo suelen llevar almendras en crudo y sin pelar, yo he utilizado, almendra, avellana y piñones.

Puedes usar la bandeja del horno, o algún recipiente, con forma rectangular preferiblemente. También puedes hacer unos cilindros con la masa y de una altura de tres cm aproximadamente.
Yo he utilizado una fuente de 23 x 20
Esta, receta, está basada en una de Pepinho


Ingredientes.-

• 120 gr. de claras (equivalen a 3 huevos grandes)

• 98 gr. de azúcar
• La ralladura de un limón grande o dos pequeños
• 3 o 4 vainas de cardamomo
• 12 gr de azúcar vainillado
• 120 gr de harina normal
• 75 gr de avellanas enteras
• 90 gr de almendras enteras
• 35 gr de piñones
• Una pizca de sal




Elaboración .-

Precalentamos el horno a 170 ºC.
Mezclamos la harina, el azúcar vainillado y la sal. Reservamos
Separamos las yemas de las claras en los huevos. Guardamos las yemas para otro uso y ponemos las claras en un recipiente para montarlas a punto de nieve. Añadir antes de empezar a batir unas gotitas de vinagre o de limón.
Cuando estén casi montadas añadir el azúcar poco a poco, sin dejar de batir. Estará montada cuando se formen picos y no se vengan a bajo. Tiene que estar bien compacta. Antes de terminar y sin dejar de batir, añadimos la ralladura de limón y el cardamomo triturado.
Para triturar el cardamomo, cogemos las vainas y las abrimos poniendo los cotiledones en un recipiente, donde lo machacaremos después. Debe estar lo más triturado posible. Perfuma con mucha intensidad y si se queda algún trocito grande, puede resultar desagradable.
Una vez montada la nata e incorporados los ingredientes anteriores, vertemos la harina con un colador encima de la nata y mezclamos con suavidad y movimientos envolventes para evitar que el aire que hemos incorporado al batir, desaparezca y baje su volumen.
A continuación añadimos los frutos secos y repetimos la operación de mezclar con suavidad



Una vez mezclado, vertemos la masa en el molde o en la bandeja de horno, a los que previamente habremos puesto papel vegetal, engrasado y enharinado, para evitar que se nos pegue.

Igualamos la superficie e introducimos al horno durante 25 minutos aproximadamente. Hasta que empiece a coger un tono dorado.
Transcurrido este tiempo, lo sacamos y dejamos enfriar casi completamente. Una vez frío lo sacamos del molde y lo cortamos en tiras de unos dos cm de espesor. Colocamos las tiras en la bandeja de horno con una de las caras del corte hacia arriba y volvemos a meter al horno hasta que coja un tono dorado también. A los doce o trece minutos, lo sacamos de nuevo y les damos la vuelta a las piezas para que se dore la otra cara. En total en esta segunda fase, debe estar unos 25 minutos en el horno.



Debes dejarlo más o menos tiempo, en función de cómo te gusten de crujientes.
Una vez tostadas las dos caras, sacamos del horno y dejamos enfriar.
Su textura crujiente y sabor a limón lo convierten en una excelente excusa para picar entre horas.

Bon appetit

H. Chinaski