lunes, 14 de septiembre de 2009

TARTA DE LIMON AL CARDAMOMO CON MASCARPONE, CHOCOLATE BLANCO Y DIGESTIVE DE CHOCOLATE




Hice esta receta hace bastantes meses y me gustó mucho, sobre todo por que es tremendamente refrescante .


Tarta de limón al cardamomo

Una “tarta” que no es tarta. La receta original es, una vez más de Pepinho. La base es de galleta triturada. Yo he utilizado Digestive de chocolate, pero se puede utilizar cualquier tipo de galletas que se tenga en casa. A mi me pareció interesante probar con el toque de chocolate con leche de las galletas y el resultado ha sido muy bueno (creo que menos soso que si se le pone solo galleta tipo María).

Una vez más he vuelto a utilizar el Cardamomo. Empiezo a considerarlo básico para muchos postres, incluso como alternativa al limón o a la lima. Da un punto de sabor semejante a una mezcla suavizada de los dos. El inconveniente es pelar las vainas y triturar bien las semillas, pero merece la pena.
Se puede hacer en cualquier molde. Lo ideal es un molde cuadrado de 20 x 20 cm aprox. En este caso como no lo tenía utilicé una fuente ovalada y, en mi opinión, tampoco ha quedado mal. Únicamente hay que tener en cuenta las proporciones de los ingredientes, según el tamaño del molde que utilices.

Ingredientes.-

Para la base
300 gr de galletas Digestive de chocolate
40 gr de mantequilla en pomada (Hay que utilizar la cantidad necesaria para unir las galletas trituradas)

Para el relleno
200 gr de chocolate blanco
250 gr de Mascarpone (Se puede utilizar otro queso parecido, siempre que sea cremoso)
45 gr de azúcar
40 ml de zumo de limón
5 vainas de cardamomo (para utilizar las semillas)
5 ml de vainilla líquida (si no tienes puedes poner de 5 a 7 gr de azúcar vainillado)
La ralladura de dos limones
2 hojas de gelatina (si no tienes en este formato pon 5 gr de gelatina en polvo)
120 ml de nata para montar
1 cucharada de nata para fundir la gelatina
Chocolate negro para decorar





Elaboración.-

Lavarse las manos antes de empezar.

Si no se ha sacado la mantequilla del frigorífico, sacarla ya, para que esté razonablemente “blanda” cuando se vaya a utilizar
Una vez elegido el molde, hay que forrarlo (al menos la base) con papel de horno.
Encender el horno y precalentarlo a 160 ºC
Triturar las galletas hasta que quede un polvo fino. Yo utilicé la picadora que trae como accesorio cualquier batidora. Se puede hacer incluso a mano, pero como las galletas elegidas llevan una capa de chocolate, para evitar el “pringue” preferí los medios mecánicos.
Incorporar la mantequilla en pomada, con las manos, poco a poco, hasta que se vea que la pasta de galletas se queda unida. No deberían utilizarse más de 40 gr. de mantequilla, pero si hace falta, se puede añadir un poco más.

Cubrir la base del molde con la pasta, repartiéndola de forma homogénea y presionando ligeramente, con las manos o con la base de una cuchara.
Cuando esté preparado el molde, meterlo en el horno durante 10 minutos a 160 ºC
Una vez pasado el tiempo, sacar el molde y dejarlo que se vaya enfriando.
Creo que se puede hacer la base con menos cantidad de galleta. Quedará una capa más fina

Poner la gelatina en agua fría para que se hidrate. Si se utiliza hojas de gelatina, se puede utilizar un plato con el agua y ponerlas dentro. El agua las tiene que cubrir. Yo usé gelatina en polvo, puse en un recipiente pequeño el polvo de la gelatina y añadí poco más de una cucharada sopera de agua, para su hidratación.
Con 5 minutos es suficiente.


Fundir el chocolate blanco, preferiblemente a baño María y a baja temperatura. Reservar.
Sacar las semillas de las vainas de cardamomo y triturarlas bien en un mortero.
Rallar la piel de los limones lo más fino posible
Lavar y secar bien los limones antes de exprimirlos, hasta obtener los 40 ml. necesarios.

En un bol batir el mascarpone con el azúcar, la vainilla, la ralladura de limón y el cardamomo hasta que quede una crema suave y sin grumos. Se puede hacer con batidora eléctrica.
Añadir el zumo y continuar batiendo.
A continuación añadir el chocolate blanco, que ya se habrá enfriado, y volver a batir.
Reservar

Montamos la nata.
Tengo la costumbre de meter el brick unos minutos al congelador (10 o 15) antes de utilizarlo para que esté más frío. (Hay que tener cuidado de que no empiece a congelarse) Y para mayor seguridad de montarla sin problemas, se utiliza un recipiente metálico y se mete previamente al congelador también. Cuanto más frías estén las dos cosas antes montará.
Una vez montada la nata la reservamos en el frigorífico hasta su utilización. Cogemos una cucharada sopera, aproximadamente, de nata sin montar y la calentamos, en un vaso, por ejemplo. Si hemos utilizado hojas de gelatina, las escurrimos bien presionando con la mano y la incorporamos a la nata caliente hasta que se disuelva ayudando con una cuchara. Si hemos utilizado gelatina en polvo, esta, estará hidratada y no tendrá agua sobrante. La incorporamos a la nata caliente hasta que se disuelva también.
Una vez disuelta la gelatina, la añadimos a la mezcla anterior del queso, azúcar, …. Etc
Sacamos la nata montada del frigorífico y la vamos incorporando con movimientos envolventes suaves, desde el centro del bol hacia el exterior, hasta que no queden grumos.
Vertemos sobre el molde con la base y repartimos de forma homogénea co una paleta, si es preciso.
Metemos al frigorífico durante unas horas. Mínimo 3 horas o mejor hasta el día siguiente.


Desmoldamos y decoramos según nos apetezca.
Yo rallé un poco de chocolate negro (70 % de cacao) y puse las virutas por encima. También se pueden poner de chocolate blanco o de limón.
A la hora de cortar se pueden hacer barritas. Son fáciles de comer. La base está crujiente sin romperse.

Bon appetit
H. Chinaski