lunes, 10 de agosto de 2009

GRISINES DULCES


Hace algunas semanas os presenté una versión de palitos / bastoncitos / grisines salados, con parmesano y pimienta, que me parecieron muy agradables de tomar como aperitivo.
Ahora os mostraré la versión dulce de los palitos / bastoncitos / grisines, o como los queráis llamar.

La tormenta perfecta

Siempre me ha gustado conducir de noche. Hay menos tráfico. Se conduce con más tranquilidad y, por qué no decirlo, se puede ir un poco más “ligero”, pero siempre con la precaución debida y sin pasarse.
El pasado sábado, decidí salir a las 11 de la noche a llevar a una parte de la familia a la costa mediterránea. Deberían haber sido 250 Km. de viaje tranquilo, que he realizado cientos de veces y por autopista.
Uno, ya por costumbre, mira siempre las previsiones meteorológicas a diario, y sabía que toda la zona este del país estaba en alerta por tormentas. Lo que no imaginaba era el grado de acierto que iban a tener los hombres / mujeres del tiempo.
A los 10 km de viaje, empezó a llover con bastante intensidad, pero sin que supusiese ningún riesgo añadido. Poco a poco, el caudal de agua fue aumentando y tuve que aminorar bastante la velocidad.

Ingenuamente pensé, será la típica tormenta de verano y en cinco minutos se habrá pasado.
Transcurridos 50 km vi que aquello, no solo no amainaba, sino que aumentaba su intensidad.
La noche era constantemente iluminada por relámpagos que te deslumbraban a izquierda, derecha, delante y detrás (como la Yenka). Mi mosqueo iba en aumento, como el agua, y empecé a ver automóviles que paraban en el arcén. Los limpiaparabrisas eran incapaces de retirar todo lo que caía, así que decidí para yo también, después de ver las caras de susto de los que me acompañaban.
Fue peor. Más peligroso ya que los que no paraban te pasaban rozando (o al menos lo parecía) y daba la sensación de que se nos iba a llevar un golpe de agua por delante, así que reemprendí la marcha con la mayor prudencia que pude, pero sin mucha convicción.
Después de 100 km, aproximadamente, nos cayó un rayo a unos 10 metros de distancia del coche y entre el fogonazo que me deslumbró y el estruendo que parecía que había partido el coche en dos, se me acabaron las ganas de seguir conduciendo.
Lo hice hasta la siguiente área de servicio. Aparqué y decidimos que hasta que no amainase aquello, no nos movíamos. Decisión que aplaudí con entusiasmo. Me daba igual pasar la noche allí, pero tenía claro que no volvía a pisar el asfalto en esas condiciones.
Transcurrieron 30 minutos hasta que pudimos volver a salir. Fueron 140 km de tormenta y no vimos en todo el trayecto ninguna patrulla de ninguna de las fuerzas de seguridad del estado (nacional o autonómico) que hubiese ayudado a los muchos que nos vimos en esa situación.
Me recordó a la película La Tormenta Perfecta.



PALITOS DULCES

Para 14 unidades de unos 12 gr. / ud.
El peso total de la masa en crudo debe ser de unos 180 – 185 gr.
La harina de fuerza ya se puede encontrar en los supermercados, pero si no la encuentras, te la venderán en cualquier panadería,

Ingredientes

· 100 gr de harina de fuerza
· 25 gr. de azúcar (se pueden añadir hasta 45 gr. según lo dulces que los quieras)
· La piel de una naranja
· 20 gr de mantequilla en pomada
· 30 gr. de agua fría
· 10 o 15 gr. de chocolate negro y azúcar en polvo para decorar


Elaboración

Trocear el chocolate en porciones muy pequeñas
Precalentar el horno a 180 ºC
Rallar la piel de la naranja y mezclarla en un recipiente con el azucar, utilizando los dedos.
Reservar

Mezclar en otro recipiente la harina de fuerza, el azúcar perfumado con la piel de la naranja y la mantequilla en pomada
Añadir el agua formando una bola de masa con las manos y dividirla en 14 bolitas de 12 gramos. (yo pesé las primeras para hacerme una idea del tamaño, y luego….a ojo)
Con cuidado y en una superficie lisa, hay que rodarlas y darles la forma que más os guste, hasta que tengan entre 16 y 18 cm de largos.
Colocarlos en una placa de horno con papel sulfurizado


Ahora hay que poner en cada palito los trocitos de chocolate.
Conviene clavarlos mucho, aunque se deforme el palito y no estaría mal meter el chocolate, antes de colocarlo, al congelador unos minutos para que no se te deshaga en las manos al calvarlo.
Espolvorear con azúcar glas y meter al horno durante 15 minutos aproximadamente.
Deben quedar dorados, pero sin quemarse.
Sacarlos del horno y enfriar en una rejilla.

Creo que también quedarían bien con lima o limón, en lugar de naranja.
Es cuestión de gustos

Bon apetit
H. Chinaski